
Sobre MÍ.
¿Como nació mi vocación de Puericultora?
¡Gracias al nacimiento de mis 3 hijos! Ellos la atrajeron hacia mí; responsables en gran parte de hoy estar, en el lugar donde estoy; de hacer, lo que quiero hacer.
Mi propia experiencia de embarazo y parto desinformado y temido, la lactancia materna dolorosa e insegura y las diferentes vicisitudes que trajo a mi vida el puerperio y la maternidad, me mostraron lo que estaba llamada a hacer...
Como puericultora universitaria y profesional independiente; y con una trayectoria de más de 13 años de trabajo en una clínica privada de prestigio, me siento agradecida de poder ayudar y acompañar a todas las mujeres y familias que lo necesiten

Mi misión...
“Hacia una CULTURA por la alimentación natural y crianza respetuosa, por nuestros niños y su futuro”
Todos estamos llamados a servir a un propósito en la vida. Si bien hace muchos años descubrí mi vocación, hace poco descubrí mi misión. Me apasiona trabajar con los padres y su bebé. Siento una gratificación absoluta de ser instrumento para que puedan conseguir lo que desean para sus hijos. Por eso siento que estoy llamada a algo más.
Siento que además de ejercer mi vocación, estoy llamada a generar UNA MAYOR CULTURA POR EL ACOMPAÑAMIENTO.
Sí, ese acompañamiento que todavía dudamos en permitirnos, como si, por el solo hecho de hacernos madres y padres, todo tendría que fluir y salir como lo esperábamos; porque es instintivo, no? Ja!
Que mi bebé se prenda al pecho sin dificultad, que no me cueste criarlo, que todo fluya sin conflicto…. Pues no, no es así como funciona. La mater/paternidad cuesta, y más de lo que todos pensamos.
¿Pero, nos permitimos dejarnos acompañar en la etapa inicial de ser madres y padres con cada uno de nuestros hijos? ¿Por qué no?
¿Acaso podríamos pensar en un ACOMPAÑAMIENTO como una INVERSIÓN A LARGO PLAZO PARA LA SALUD FÍSICA Y EMOCIONAL DE ELLOS? Porque dejarse acompañar, es también dejarse ayudar cuando es preciso; es esa guía mínima que todos necesitamos para dar nuestros primeros pasos y seguir solos después, pero mejor encaminados.